Para el papá o la otra mamá, para el acompañante, el amante, para quien quiera que esté al lado de la madre y el bebé tras el parto. Estos puntos se aplican también a otr@s hij@s o miembros de la familia:
- sobre todo da amor, dile a la nueva madre que estás ahí, que la amas, que lo está haciendo genial. Y dítelo a tí mism@: lo bien que lo estás haciendo, lo que te aman, todo lo que tenéis. Díselo al bebé.
- Organiza tu agenda de tal forma que estés disponible, sobre todo las primeras semanas. Intenta estar todo el tiempo que puedas con el bebé y la mamá, aunque parezca que no te necesitan, o aunque os ofrezcan ayuda otr@s. Esos primeros días son muy importantes para los lazos que os unirán como familia y esos lazos son para vosotr@s.
- Haz que tu pareja y el bebé estén cómod@s y descansen. Y haz lo mismo contigo. Cuídate. Si no estás en perfecta forma no vas a poder ayudar a nadie.
- ¡¡Alimenta a tu pareja!! cocina sano, no vale comprar comidas preparadas . Necesita reponerse tras el parto. Lo mismo vuelve a aplicarse a ti. Nada de bocadillos rápidos. Come bien. Es energía sana para poder llevar a cabo todo lo demás.
- Apóyala para que dé el pecho, hoy en día no es sencillo. Busca organismos o asociaciones de amamantamiento que puedan ayudaros, otras mamás que den el pecho, sanitarios que tengan formación específica en amamantamiento. Dile que lo está haciendo genial.
- Escucha a tu pareja, no la juzgues. Esos primeros días son para mostrar apoyo incondicional, para mostrar tu amor. De la misma forma no juzgues a tu bebé. Ni a ti mismo. Usa siempre expresiones positivas y llenas de amor.
- Evita el estrés para tod@s. Evita las visitas todo lo que puedas, los que os quieren lo entenderán. Sólo invita a quién la madre considere oportuno cuando ella lo considere oportuno. Haz las visitas cortas y hazles saber que la visita ha terminado. Es momento de descanso, de crear lazos, se está abriendo paso a una nueva vida con el bebé. No la fuerces. Quien os quiere esperará.
- No tengas miedo a decir no. Poneos a vosotr@s por encima de cualquier convención.
- Los bebés no siempre lloran por hambre. Los bebés también lloran porque se sienten extraños fuera del útero. Acuna a tu bebé, cántale, llévale en una mochila transportadora, cerca de tu corazón. Dile lo que le decías cuando aún estaba en la tripa. Daos mimos un@s a otr@s, todos los que necesitéis. No hay límites.
- Cada día al levantarte o cada noche antes de dormir repasa con tu pareja todo lo bueno que tenéis, lo que habéis pasado junt@s, hablad del parto, de cómo os sentís… La comunicación protege el amor.
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